Lic. Oddone Sebastian
Barrido CO2 efectivo
El oxígeno es el peor enemigo de la cerveza, más aún de las lupuladas. Una
mínima fracción de oxígeno o algún agente oxidante en contacto con la cerveza
deteriorará la calidad significativamente.
Existen varias técnicas que se pueden implementar en escala casera para minimizar
el ingreso del oxígeno al fermentador (recordemos que el único momento en el que
es positivo el ingreso de oxígeno es antes del inicio de la fermentación, para que
la levadura pueda dividirse sanamente).
Nos vamos a detener en este caso en el embarrilado. Al trasvasar la cerveza a un
barril se debe garantizar un mínimo de oxígeno en el envase. Eso se puede lograr
de varias maneras (no abrir un tubo de CO2 sin su regulador, como muestra la foto
pequeña del post)
Una buena pero no tan efectiva es presurizar el barril vacío, quitar aire del interior
por la válvula de alivio (el aire tiende a subir por tener menor densidad que el
CO2), volver a presurizar, volver a quitar una fracción del aire y repetir este
procedimiento 3 o 4 veces. El interior del barril se irá enriqueciendo en CO2 y
empobreciendo en aire y por ende en oxígeno.
Sin embargo, la manera más efectiva es llenar previamente el barril con un
sanitizante no oxidante (como el starsan), y luego empujar con CO2 el sanitizante
hacia otro recipiente, a la vez que el barril objetivo se completa con CO2 libre
prácticamente de aire (ver foto principal del post)
Es un método no tan práctico, algo tedioso pero fundamental para mejorar la
estabilidad y calidad de nuestras cervezas.
Fuente consultada: https://brulosophy.com/2018/05/10/7-methods-for-reducingcold-side-oxidation-when-brewing-beer